La hermosa melodía de Stradivarius
Quien ha tenido la oportunidad de escuchar la hermosa melodía producida por un violín Stradivarius, ha sido muy afortunado. Estos instrumentos son enormemente valorados por intérpretes de todo el mundo, por amantes de la música de cámara y también por unos cuantos privilegiados coleccionistas de antigüedades.
Pero seguro que te preguntas ¿que tienen de especial para que sean tan aclamados por todos?. La melodía producida por un violín o cualquier otro instrumento que lleve la firma Stradivarius, llega a recrear una melodía única y especial, distinta a la salida de la caja de cualquier otro violín. Es por ello que hay todo un mito en torno a estos instrumentos, convirtiéndolos en piezas famosas y demandadas.
Las características sonoras hacen de los violines Stradivarius una verdadera obra de arte. Investigaciones de instituciones reconocidas a nivel internacional, avalan que son los mejores violines de toda la historia. Se calcula que se fabricaron aproximadamente 1000 instrumentos, entre violines, violas, bajos y otros instrumentos. Alrededor de 500 forman parte de colecciones públicas en distintos países. El resto se creen en colecciones privadas.
Cada violín Stradivarius lleva el nombre de algún famoso intérprete que lo utilizó, y se reconocen por sus finísimos acabados y detalles labrados en la madera. Hoy día el mito gira alrededor del sonido que producen y mucho se ha especulado sobre el tema. Pero recientemente, investigaciones y expertos han arrojado algunas luces sobre el mágico atributo de estos violines especiales.
En primer lugar, debemos conocer quienes fueron la familia Stradivari, especialmente Antonio. Cada instrumento lleva su firma, y están dotados de las características especiales que solo ellos podían darles.
La Familia Stradivari.
Antonio Stradivari, el más famoso lutier, nació en Lombardía, Italia, en 1644. El sería quien daría la fama a su apellido a través de los siglos. Desde muy pequeño fue aprendiz en distintos talleres musicales, en los que se construían los instrumentos más finos de la época. Hasta que finalmente decidió abrir su propio espacio de trabajo en 1683 en la ciudad de Cremona.
De ahí que todos los violines Stradivarius lleven el apellido, la ciudad (Cremona) y el año en que fueron elaborados. El lutier Stradivari, que por cierto, es la persona encargada de fabricar, reparar o ajustar instrumentos de cuerda, empleó la madera de abetos y arces para hacer violines resistentes. Esta era la madera que se usaba por aquel tiempo por los mejores fabricantes de estos instrumentos.
Aparte de Antonio, sus hijos también se dedicaron al oficio familiar. Algunos violines llevan la firma de principios del siglo XVIII, que muy probablemente fueron fabricados por ellos, Omobono y Francesco. Ellos estarían llamados a ser reconocidos por la funcionalidad y calidad sonora de cada uno de sus instrumentos.
Finalmente se llaman Stradivarius, pues es la evolución latina del apellido italiano de Antonio y es como se conocen en la actualidad. Todos ellos están valorados en cientos de miles de dólares, incluso millones. Algunos se llevan el record por el mayor precio pagado por coleccionistas alrededor del mundo. En el 2011 se pagó más de 15 millones de dólares por el “Lady Blunt” del famoso lutier.
Un Stradivarius Especial.
Y es que lo que hace verdaderamente especial a un Stradivarius es la calidad del sonido que emite. Hay muchas teorías que intentan dar respuesta a esta incógnita. En el año 2003 la Universidad de Columbia en Estados Unidos, hizo pública una investigación en la que afirmaba que la peculiaridad sonora de los Stradivarius estaba en la madera.
Señalaba el estudio la poca actividad solar entre 1645 y 1715, lo que produjo que el crecimiento vegetal fuera mucho más lento, y por ende resultara en madera de alta densidad. Esta es una teoría que pretende dar respuesta a la melodía de los enigmáticos instrumentos.
Otra versión asegura que el secreto está en el barniz que recubre los violines.
En el 2009, un profesor químico de la Universidad de Texas que había participado del proceso de reparación de un Stradivarius, extrajo algunas muestras de su superficie. Según el especialista, determinó que el barniz que protege cada violín contiene bórax, un elemento químico usado en la actualidad para la fabricación de productos de limpieza. Y es este compuesto lo que produce un impacto en el sonido emitido.
Los Stradivarius son instrumentos ejemplares.
En Islanet sabemos que algunos Stradivarius son más famosos que otros y están contenidos en distintas colecciones, empleados por algunos intérpretes cuando son prestados por las instituciones que los poseen.
Una colección muy reconocida es la de los Stradivarius Palatinos albergados en el Palacio Real de Madrid. Son 5 instrumentos de cuerda, representantes de la firma Stradivarius muy bien resguardados.
Otra colección igual de relevante pertenece a la Fundación Nipona de la Música. Dejando por fuera los muchos violines que forman parte de colecciones privadas, pero que son exhibidos cada cierto tiempo.
Ya sabes el motivo por el cual son tan famosos.
Un Stradivarius es sinónimo de hermosa melodía y sonido sin igual.
por Artículos y Noticias Islanet.es
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